La historia de las apuestas de fútbol y la promesa de grandes beneficios.
El truco más viejo del mundo
Al igual que sucede con la lotería, la idea de ganar una cantidad de dinero que cambie la vida con una apuesta pequeña es suficiente para que la gente se separe de su dinero. Muchos apostantes consideran que la diferencia entre apostar y la lotería es el hecho de que se tiene más control pero, dependiendo de donde apuestes, esto no es necesariamente cierto.
Algunas casas de apuestas ejercen una influencia considerable en las decisiones de apuesta de los apostantes. A veces, esto se logra con elaboradas campañas de marketing que destacan un evento, ofreciendo ofertas especiales y “disparando” cuotas específicas en un mercado, o presentando ciertos tipos de apuesta en un formato fácil de utilizar.
Las casas de apuestas ya han llegado incluso a ofrecer la opción de un sorteo y de apuestas “cuidadosamente seleccionadas”, pidiendo al apostante que escoja la cuota que desee y escogiendo “aleatoriamente” las selecciones en su nombre o proporcionando una selección de apuestas ya realizadas entre las que se puede escoger. Las casas de apuestas ejercen más control sobre las opciones en las que los apostantes ponen su dinero y esto hace que las oportunidades de ganar el tan codiciado bote sean todavía más escasas de lo que son de por sí.
El comienzo de las apuestas de fútbol
Al principio, apostar en el fútbol era una forma de entretenimiento. El sistema de apuestas agrupadas que se utiliza en el Reino Unido, concebido por Littlewoods en 1923, es un ejemplo de esto. Este sistema era famoso por ofrecer una gran recompensa financiera a cambio de una pequeña cantidad apostada y consistía en entregar a los hinchas un cupón fuera de los estadios para que lo rellenaran con los resultados o marcadores que consideraran más probables.
Esta forma de apostar evolucionó hasta convertirse en cupones de periódicos que los apostantes rellenaban para luego enviarlos por correo o entregárselos a un agente que recogía este tipo de apuestas. Littlewoods sugería los partidos a escoger o limitaba el número de elecciones, pero siempre garantizaba al menos un ganador por semana al utilizar un sistema de puntuación.
En Francia se desarrolló un sistema similar, el “pari-mutuel”, como método de apuesta en las carreras de caballos y es la base de productos similares en todo el mundo como Tote (Reino Unido) y TAB (Australia). El hecho de que estos formatos funcionen agrupando todas las apuestas o entradas y realizando pagos utilizando un sistema de dividendos (en el que el propietario del grupo cobra su parte) significa que generalmente las ganancias ofrecen menor valor que la probabilidad real de los resultados escogidos, que en este sentido funciona como las cuotas de la casa de apuestas.
Michael Elliott consiguió una de las ganancias más famosas con las apuestas agrupadas al obtener 3.001.511 £ con su apuesta de 2 £ tras pronosticar correctamente ocho empates con el resultado de 2-2 en 2010. Si se realizase una apuesta similar en Pinnacle hoy en día, incluso si todas las selecciones tuvieran las cuotas más bajas que ofrecemos en la actualidad para un empate con el resultado de 2-2*, la ganancia sería de 428.717.760 £.
Siendo casi 150 veces menor, o una diferencia de 425.716.249 £ en comparación con el beneficio que una apuesta similar habría obtenido en Pinnacle, de repente parece que la ganancia del Sr. Elliott no tiene un valor tan grande.
Las apuestas agrupadas siguieron siendo una de las formas de apuesta más populares hasta que empezaron a abrirse las casas de apuestas físicas ofreciendo a los apostantes maneras de apostar más prácticas. Aunque la empresa que acepta las apuestas y el formato que siguen los apostantes para arriesgar su dinero han cambiado ligeramente, la noción de las apuestas “cuidadosamente seleccionadas” no lo ha hecho.
Aparición de las casas de apuestas físicas
Durante la década de 1960 y hasta la década de 1990, se abrieron casas de apuestas físicas a un ritmo exponencial. Si bien estas casas de apuestas ofrecían cuotas para carreras de caballos, carreras de galgos y otros muchos deportes, el interés de los apostantes recreativos por el fútbol era cada vez mayor, especialmente a medida que se televisaban más partidos.
Las casas de apuestas idearon sus propios cupones al estilo de las apuestas agrupadas, con cuotas cuidadosamente seleccionadas para varias combinaciones de resultados de partidos. Al principio, estos cupones de apuestas acumuladas contaban con condiciones que había que cumplir para obtener cuotas específicas. (Resulta sorprendente que las apuestas sencillas solo estaban disponibles en los partidos en vivo).
Con menos cosas en las que pensar y menos opciones entre las que elegir, puede que este formato haya hecho más fácil la vida de los apostantes pero les ha puesto inconscientemente en una situación de gran desventaja. Las casas de apuestas podían crear un cupón con partidos difíciles de pronosticar y hacer que estas selecciones complicadas fuesen más atractivas combinándolas en una apuesta con una cuota que parecía tentadoramente alta, pero en la que el margen acumulado era sumamente elevado.
Por ejemplo, uno de estos cupones tradicionales ofrecía una cuota de 26,00 por pronosticar correctamente tres empates. Sin embargo, si escogemos las menores cuotas para tres empates en la EPL disponibles en la actualidad en Pinnacle, la apuesta triple (múltiple con tres selecciones) tendría una cuota de 31,340.
Si consideramos que una apuesta de 100 € genera una diferencia de 534 € en cuanto al beneficio utilizando los ejemplos ya mencionados, se hace pronto evidente el coste de utilizar un cupón para realizar una apuesta.
El paso a Internet y los dispositivos móviles
Aunque hoy en día puede que haya menos personas que acudan a las casas de apuestas físicas, los populares cupones (con sus grandes recompensas a cambio de una cantidad apostada mínima) siguen disponibles en Internet y en los dispositivos móviles.
Los cupones tradicionales de apuestas acumuladas al resultado quizás sean los más populares pero también hay otras ofertas disponibles para los apostantes, como el cupón BTTS (ambos equipos marcarán) y muchos más. Puede que las casas de apuestas sean más discretas en cuanto a la forma de poner en desventaja a los apostantes, pero es algo que sigue ocurriendo.
La tentación de escoger cuatro partidos en los que ambos equipos marquen con una cuota de 4,50, seis partidos con una cuota de 11,00 u ocho partidos con una cuota de 25,00 procede de nuestra dificultad innata de tomar decisiones estadísticas inteligentes. Los apostantes se centran en la gran recompensa por un desembolso pequeño, sin apenas considerar la probabilidad ni si las cuotas ofrecidas en este tipo de cupón son un fiel reflejo de la probabilidad de que las selecciones sean ganadoras.
Normalmente, las casas de apuestas ofrecen una cuota de alrededor de 1,67 para la opción de que ambos equipos marquen en un partido, y de 2,10 para la opción de que ambos equipos no marquen. De modo que los apostantes no solo tienen que encontrar una ventaja y vencer el margen del 7,6 % de la casa de apuestas, sino que tienen que hacerlo cuatro, seis u ocho veces, con el margen aumentando proporcionalmente.
¿Es hora de cambiar?
Tras todo este tiempo, la premisa subyacente de las apuestas de fútbol agrupadas sigue vigente. Muchos apostantes persiguen las grandes recompensas de las apuestas cuidadosamente seleccionadas sin considerar que las cuotas que se les ofrecen son mucho menores no ya que las cuotas reales sino, lo que resulta aún más importante, que la probabilidad de ganar su apuesta.
Prometer un ganador garantizado, realizar campañas publicitarias acerca de un evento determinado o simplemente ofrecer una forma de apostar fácil de utilizar es una manera inteligente de alimentar la esperanza de una gran ganancia. Este sistema proporciona un valor de entretenimiento que resulta innegable como forma de apuesta recreativa, pero los apostantes deben ser conscientes de que existe una razón clara por la que las casas de apuestas destacarán o sugerirán determinadas opciones en las que apostar: hacer que una tarea que ya es difícil resulte todavía más complicada.
Normalmente, los apostantes inteligentes evitarán las apuestas con este tipo de cupones, así como a cualquier casa de apuestas que intente promocionarlas. No hay nada malo en perseguir una gran ganancia, tan solo tienes que asegurarte de que la casa de apuestas no influya en tus selecciones.